![]() |
EFE / end |
Barranquilla, Agosto 29 de 2014.
Es ahora bajo la lluvia cuando los jóvenes que hacen parte de las pandillas en los barrios del suroccidente de Barranquilla, se enfrentan y atacan hasta causar la muerte, en medio de la tormenta que azotó a Barranquilla en el día de ayer, mientras una madre con sus hijos luchaban dentro de un vehículo contra un arroyo que los arrastraba en el norte de la ciudad, otros muchachitos luchaban por un territorio en el barrio la Ceiba, fue oportuna la intervención de la policía, avisada a tiempo por la comunidad, la cosa no pasó a mayores.
El joven Steven, de 18 años, fue la ultima victima mortal de estos enfrentamientos en el barrio 7 de abril;
El reloj marcaba la 1 y 30 de la tarde del viernes 22 de agosto, era el aguacero que muchos estaban esperando, la calor de los últimos meses era la causante de tanto deseo de lluvia, y entonces en Barranquilla llovió, y con la lluvia, llego la violencia, ese mal que se apodera de los jóvenes, y los envuelve en alto riesgo, la descomposición los hace más vulnerables, jovencitos, con hogares disfuncionales la mayoría, o con hogares monoparentales, pero donde no ha existido autoridad, control, reglas por cumplir, hogares donde la pobreza todos los días toca la puerta y entra, y habita en ella, en medio de las dificultades y carencias, que no saben lo que es recibir la intervención del estado, buscan la protección en otros, buscan identidad, deseos de asociarse, de ser aceptados, y por otro lado una comunidad afectada, que convive con el miedo y la zozobra, un impacto negativo e igual riesgoso para la misma comunidad.
El reloj marcaba la 1 y 30 de la tarde del viernes 22 de agosto, era el aguacero que muchos estaban esperando, la calor de los últimos meses era la causante de tanto deseo de lluvia, y entonces en Barranquilla llovió, y con la lluvia, llego la violencia, ese mal que se apodera de los jóvenes, y los envuelve en alto riesgo, la descomposición los hace más vulnerables, jovencitos, con hogares disfuncionales la mayoría, o con hogares monoparentales, pero donde no ha existido autoridad, control, reglas por cumplir, hogares donde la pobreza todos los días toca la puerta y entra, y habita en ella, en medio de las dificultades y carencias, que no saben lo que es recibir la intervención del estado, buscan la protección en otros, buscan identidad, deseos de asociarse, de ser aceptados, y por otro lado una comunidad afectada, que convive con el miedo y la zozobra, un impacto negativo e igual riesgoso para la misma comunidad.
Es hora que la Alcaldía de Barranquilla, su equipo interdisciplinario y demás organismos competentes replanteen las políticas publicas en esta materia, se requiere con suma urgencia acompañamientos integrales, oportunidades de educación, que el acceso a ella no tenga limitaciones, oportunidades laborales a largo plazo, no de dos ni tres meses, y después qué?, vuelven a lo mismo. Esto no es de marcaditos, ni de foticos de las armas entregadas y puestas en la mesa, ni los partidos de fútbol de integración, si son buenos como complemento, pero la intervención macro debe ser de otra índole, para que la próxima lluvia no sea motivo para violencia y muerte, que sea el espacio para jugar el verdadero partido por la integración, la salud y la vida. Quedamos QAP- Disney
No hay comentarios:
Publicar un comentario